Si el mundo de la repostería te llama la atención, nunca es tarde para iniciarse. Además de disfrutar de deliciosos dulces y postres caseros, aprenderás un sinfín de técnicas. Y es que dicen que la repostería es la ciencia exacta de la cocina. No es fácil, pero, con un poco de paciencia y, sobre todo, con interés, podrás convertirte en un auténtico pastelero. ¡Aprende estos 15 trucos de repostería y comienza a practicar!
Ve poco a poco a la hora de comprar moldes, medidores, rodillos, mangas, espátulas y todos esos utensilios de repostería. Recuerda que, a menudo, implementar la técnica adecuada requiere del utensilio correcto.
En repostería, sigue la receta al pie de la letra porque, al contrario de lo que suele pasar en la cocina, en la repostería no es aconsejable improvisar ni usar cantidades a ojo.
Un truco de repostería para conseguir que tus pasteles queden más esponjosos es no sobre batir la masa una vez se agregue la harina. Utilizar harina mix sin gluten o harina especial de repostería también ayudas. ¡Gallo te lo pone fácil!
El 50% del éxito de un producto depende del horneado, y el otro 50% de tener una receta balanceada y de la ejecución correcta. Una recomendación es comprar un termómetro y mantenerlo en el interior del horno, esto te permite verificar que la temperatura interna del horno es la correcta.
Los postres lácteos resultarán más cremosos si añades un vaso de nata líquida por cada litro de leche.
El caramelo para preparar un flan o una tarta quedará con más brillo y elasticidad, si le añades al azúcar unas gotas de limón.
Al preparar el famoso merengue, añade siempre el azúcar y las claras a la vez, para que no te baje. Después, remueve sin parar en el mismo sentido para que no pierda consistencia.
Para que las magdalenas te queden bien tostadas por la parte de arriba, antes de introducirlas en el horno, echa por encima una capa de azúcar.
Para sacar el bizcocho o unas magdalenas del molde, espera siempre a que esté templado. Notarás que ha encogido ligeramente y que está despegado del borde. Hazlo sobre una rejilla de repostería para que termine de enfriarse. ¡Y no olvides engrasar el molde antes de empezar con un poco de mantequilla o aceite!
Si has hecho mucha cantidad de galletas y tienes miedo de que se estropeen, las latas son tu mejor aliado. No perderán ni el aroma ni la textura.
Si quieres hacer un postre que requiere de un rodillo, pero no tienes, una simple botella de vidrio es tu solución. El resultado será el mismo que con el rodillo.
Puedes hacer una manga casera con una bolsa de congelado con la esquina cortada. Cumplirá su función con eficacia y la puedes reutilizar.
Si al cortar los bizcochos se te rompen, la mejor solución es que utilices un cuchillo que esté ligeramente caliente. Lo puedes calentar sumergiéndolo en agua caliente.
Si has metido al horno un bizcocho, pero no sabes si está totalmente cocinado, solo tienes que meter un palillo con delicadeza. Si sale seco es que el bizcocho está listo para comer. Pero recuerda: ¡nunca abras el horno durante los primeros 30 minutos!
Muchas tartas y preparaciones tienen galletas trituradas como base. Hacerlo es mucho más sencillo de lo que crees. Tan solo tienes que meter un puñado de galletas en una bolsa de congelado y pasar el rodillo encima varias veces hasta que estén totalmente trituradas.
Si te ha picado el gusanillo de la repostería, ¡no esperes más! ¡Descubre la gama de productos que Gallo pone a tu disposición para que saques el chef que llevas dentro!
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