300 g Plumas Pasta fina GALLO
3 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel cortadas en tiras
1 cebolla picada
1 cucharada de pimentón de la vera
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Para la salsa:
50 g de mantequilla
50 g de harina
750 ml de leche
1 cucharada de mostaza
100 g de queso parmesano
2 tomates grandes sin semillas
Cocinar la pasta en abundante agua con sal hasta que estén al dente. Colar, pasar por agua fría y reservar.
Condimentar las pechugas de pollo con sal, pimienta y pimentón de la vera.
Calentar una sartén a fuego medio con un hilo de aceite de oliva y cocinar las pechugas de pollo hasta que estén doradas. Transferir a un plato y reservar.
En la misma sartén freír la cebolla picada hasta que esté tierna y translúcida, unos 10 minutos. Apagar el fuego y reservar.
Para hacer la salsa calentar una sartén y derretir la mantequilla. Agregar la harina y mezclar con cuchara de madera durante 1-2 minutos, hasta que sea una pasta tostada.
Añadir gradualmente la leche caliente y mezclar a fuego medio/alto hasta que la salsa espese, unos 4 minutos.
Apagar el fuego, agregar la mostaza, la cebolla frita, 50 g de parmesano rallado y la pasta cocida.
Coger una sartén o una fuente apta para horno, pasar la pasta a la fuente y agregar las tiras de pollo cocido.
Terminar con los tomates en cubos por encima, el resto del queso y gratinar 20 minutos en horno a 200ºC. Servir con extra de queso.