El invierno ya está aquí. Los días se acortan y, con ello, podemos sentir que nuestra energía, al llegar la noche, se reduce a la mitad. La rutina diaria nos absorbe y, veces, llega la hora de la cena y no nos encontramos con muchas ganas de cocinar. ¡Pero eso no significa que debamos descuidar nuestra dieta! Cenar sano no es incompatible con preparar algo fácil y en solo unos minutos. ¿No te lo crees? Toma nota de estas ideas de cenas de invierno.
Sí a las sopas
Son nuestra opción favorita para salvar las cenas de invierno: las sopas, en todas sus variedades posibles. Las cremas de verduras y caldos de pollo o de verduras se convierten en nuestro aliado perfecto para mantener una dieta equilibrada y baja en calorías. Además, son ideales para entrar en calor en las noches más frías, están riquísimas y gustan tanto a grandes, como a pequeños. ¿No tienes tiempo para ponerte a prepararlas tú mismo? Descubre la nueva gama de caldos Gallo: elaborados de manera tradicional, con ingredientes frescos y naturales. Calentar, añadir tu pasta favorita ¡y listo!
A la rica ensalada
Es un plato perfecto los 365 días del año. Por eso, en invierno, ¡no abandones las ensaladas! Son una fuente riquísima de vitaminas y minerales y su gran ventaja es que admiten prácticamente todos los ingredientes que se te ocurran. Ensaladas de hojas verdes, ensaladas de pasta, de legumbres… Da rienda suelta a tu imaginación. ¡En solo 15 minutos podrás tener preparada una nutritiva ensalada lista para cenar!
Huevos en todos sus formatos
¿Un alimento versátil que seguro tienes en tu nevera? ¡El huevo! Huevos revueltos, huevo duro, pasado por agua, frito, a la plancha, en tortilla… El huevo es además un alimento muy nutritivo. Contiene proteínas tanto en la clara como en la yema. La clara se compone de muchas vitaminas y aporta entre un 10% y un 20% de la cantidad diaria recomendada de vitaminas A, D, E y K. Los huevos también tienen minerales, como fósforo, selenio, hierro y zinc. Su preparación, en cualquiera de sus formas, no requiere mucho tiempo y es una cena sana perfecta para las noches más perezosas.
La plancha, ese gran aliado
A la hora de cenar, la plancha (si la tienes, y si no, la sartén) se convierte en una herramienta de gran utilidad. Te permitirá preparar platos equilibrados y totalmente variados en solo unos pocos minutos. Combina tu proteína animal favorita (carnes o pescados) con unas deliciosas verduras a la plancha (recuerda, añade solo una gota de aceite de oliva). ¡Y cena sana y baja en calorías lista en solo 10 minutos!
Como ves, no es tan complicado preparar cenas de invierno variadas, sanas y equilibradas en menos de un cuarto de hora. Con estos sencillos consejos puedes componer el menú de cenas de todo el mes. ¡No hay excusa que valga para cenar bien!