Para conseguir perfectos empanados o rebozados, para ligar masas, aportar textura, rellenar o espesar. El pan rallado es un ingrediente básico en la cocina de nuestro día a día. ¿Conoces los diferentes tipos que existen? Y lo más importante: ¿sabes cómo conservar el pan rallado en la despensa para que no se eche a perder? Te lo contamos todo a continuación.
Para conservar el pan rallado (una vez abierto el paquete) deberás introducir el contenido en un bote con cierre completamente hermético. Lo ideal es que sea de cristal, aunque también puedes guardarlo en un tarro de metal o de plástico. Un consejo adicional: introduce también un par de hojas de laurel secas. ¡Ya verás cómo te durará mucho más tiempo!
Un pan rallado de calidad puede transformar una elaboración correcta, en un plato realmente redondo. Porque el pan rallado es el ingrediente ideal para empanar, rebozar, ligar masas, espesar, texturizar o rellenar. Existen infinidad de recetas en las que podrás utilizar tu pan rallado Gallo. Podrás elegir entre un rebozado más fino o más grueso en función de tus gustos.
Hay un pan rallado para cada tipo de persona, y eso lo sabemos bien en Gallo. Por eso, hemos creado cuatro variedades diferentes. ¿Cuál es tu favorito?
Con un granulado más fino, elaborado a base de harina de trigo, levadura y sal.
Con un intenso sabor que llevará tus rebozados y empanados a otro nivel, aportando un toque distinto.
Con una mezcla de harina de trigo blando y trigo duro, para conseguir una textura más gruesa y crujiente, pero tierna y jugosa al mismo tiempo.
Con el que podrás conseguir el mismo sabor de siempre en tus salsas y rebozados, pero sin una pizca de gluten.
Ahora que ya conoces cómo conservar el pan rallado en casa y las diferentes variedades de este producto que Pastas Gallo pone a tu disposición, estás listo para ponerte manos a la obra. Prepara sabrosas salsas, empanados, rebozados y gratinados con tu pan rallado favorito como mejor aliado. ¡Y presume de resultados con tus amigos y familia!